"A la vista de la buena fortuna de Breaking Bad, me pregunto si, de cambiar algún día las inercias que nos encadenan al pie del poder (al pie del Castillo), podría tener también suerte la serie que a veces imagino y en la que, repitiendo la fórmula del proceso de cambio del químico White, presenciaríamos la historia de un gris hombre sumiso de nuestro tiempo —pongamos que un señor macizo con frente esculpida según los cánones que diseña el Estado, creyente con bandera de patriota en su alma o balcón, con críos que llevar de la mano y ataduras a un trabajo imbécil pero útil— que de pronto daría un salto y emprendería una ruta, tan frágil como radicalmente diferente, un camino que le llevaría a huir de cualquier ciclo más de participación en la gran farsa general.
Sería, para entendernos, un tipo que viviría un cambio glorioso al transformarse en un solitario que tomaría la decisión consciente de ser poeta y volver todas las noches a casa caminando con paso veloz y vidrioso, con su cuerpo levemente doblado, ondeando como si ráfagas de viento le arrastrasen a uno y otro lado de la acera, las manos cruzadas en la espalda y una larga zancada."
Enrique Vila-Matas en el articulo 'Poesia para 'Breaking Bad'
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(Contiene spoilers)
Y por fin llegó el inevitable final de Walter White. El valiente, el malvado, el fascinante, el manipulador...el poeta.
Walter ha cumplido su ciclo vital experimentando momentos horribles de gran maldad. Pero también pasando por tiernos errores de gran humanidad. Para perdonarlos, entenderlos, hace falta demostrar, en ningún caso divinidad, si no todavía mas humanidad y tener las agallas de Skyler White, a la que imagino recibiendo el dinero enviado a su hijo de manos de la pareja que una vez fue fuente de rencor e infelicidad y ahora es simplemente una imagen superada con un inolvidable "beautiful people", con un un rostro endurecido por la vida y media sonrisa de orgullo por entender que su marido no fue un "don nadie", que su marido vivió.
¡Que tontos te parecen ahora Schwartz y Gretchen, Walt! Con sus conversaciones banales disfrazadas de sabiduría y sus elitismos baratos, cuando compruebas por el teatro catódico que mienten como todo el mundo, ahora que lo has superado y has entendido que el individualismo es el único camino para la felicidad, que el camino lo elegiste porque eras feliz andándolo. Cuando lo comprendes, el amor a tus seres queridos que te sirvió de excusa, no desaparece, si no que definitivamente encuentra su su sitio esquinado, se vuelve más lógico, mas racional. Nadie quiere salvar el mundo, salvo los hipócritas.
Sería, para entendernos, un tipo que viviría un cambio glorioso al transformarse en un solitario que tomaría la decisión consciente de ser poeta y volver todas las noches a casa caminando con paso veloz y vidrioso, con su cuerpo levemente doblado, ondeando como si ráfagas de viento le arrastrasen a uno y otro lado de la acera, las manos cruzadas en la espalda y una larga zancada."
Enrique Vila-Matas en el articulo 'Poesia para 'Breaking Bad'
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| Live free or die es el lema del estado de New Hampshire |
(Contiene spoilers)
Y por fin llegó el inevitable final de Walter White. El valiente, el malvado, el fascinante, el manipulador...el poeta.
Sorprende la facilidad de los serie-adictos para juzgar rápidamente, sin atisbo de ojos reflexivos, los actos que componen la materia de nuestra fascinación por la huida, por tener otra vida en la que al fin, por medio de algo parecido a la libertad, alcancemos la felicidad. No entiendo como desde las grises habitaciones en las que nos asomamos desde el ventanuco a la vibrante odisea de Walter consideremos condenable con absoluta certeza el giro hacia el frenesí que este experimenta, lo que de manera inconsciente, en forma de protectora ficción, necesitamos para seguir viviendo.
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| Nada es casualidad en BB |
¡Que tontos te parecen ahora Schwartz y Gretchen, Walt! Con sus conversaciones banales disfrazadas de sabiduría y sus elitismos baratos, cuando compruebas por el teatro catódico que mienten como todo el mundo, ahora que lo has superado y has entendido que el individualismo es el único camino para la felicidad, que el camino lo elegiste porque eras feliz andándolo. Cuando lo comprendes, el amor a tus seres queridos que te sirvió de excusa, no desaparece, si no que definitivamente encuentra su su sitio esquinado, se vuelve más lógico, mas racional. Nadie quiere salvar el mundo, salvo los hipócritas.
Cuando encontraste la caja de madera que Jessie apartó por cobardía iniciaste un proceso que te llevó a comprender porque Hank convierte el trabajo de la DEA en un duelo personal, en una lucha individual. La lucha del yo en busca de la felicidad, de la satisfacción personal. El placer por encontrar algo que haces realmente bien, mejor que ninguno.
Esta metamorfosis es mucho mas que el paso hacia la maldad, hay un proceso calculado, un impulso sincero y un rechazo implícito a los convencionalismos de la vida moderna. Hay, como dice Vila-Matas una negación de tu existencia al pie del castillo, una huida desde la gran farsa general, para saborear, aunque sea de manera efímera, la vida autentica desde la alta torre del tuyo propio.
Fantástico final para una fantástica serie. Habría sido fácil convertir a Hank en el héroe pero lo prohibido atrae mas que lo correcto y aquí el protagonista para lo bueno y para lo malo siempre ha sido Walt. Además necesitábamos que nos cerrasen ese proceso psicológico iniciado por un cáncer, seguido de una mosca caprichosa ("Fly" capitulo 10 de la tercera temporada, dirigido por Rian Johnson, director de Looper, de obligada revisión) y culminado por una dosis de verdad en forma de familia destrozada ("Ozymandias" capitulo 14 de la quinta temporada, también dirigido por Rian Johnson).
Con un estilo personal y agil, utilizando objetivos distorsionadores y microcamaras, al servicio de un entretenimiento feroz, Breaking Bad, ideada por Vince Gilligan, hace emerger lentamente un entramado psicológico de una profundidad equiparable a la saga de "El padrino" (a parte de la similitud de los retratos fotográficos de Michael Corleone con los planos dedicados en ocasiones a Walter, ¿quién no compara la tragedia familiar de uno y de otro?), que nos transporta por los caminos mas espinosos de la existencia humana y nos hace sorprendernos empatizando con un ser aparentemente sumido en una espiral de crueldad y maldad.
Para terminar no me resisto a hablar de Jessie Pinkman, el mas ingenuo, el hombre con alma de niño. El único dentro del mundo del comercio de metanfetamina por el que es capaz de sacrificarlo todo Walter y al que al final devuelve la vida. Las estupideces de Jessie son consideradas por Walt como tonterías del alma cándida de un niño inmaduro. Eso unido al hecho de que Walter es consciente de todo el daño que le ha infligido por su compañía, hace que me incline a pensar que la decisión de salvarle no es fruto del momento si no meditada por los recuerdos de la felicidad experimentada entre ollas y productos químicos. De alguna manera es el hijo que desea todo padre cuando busca en él mas que eso, un amigo. Es y ha sido su autentica familia.
Esta metamorfosis es mucho mas que el paso hacia la maldad, hay un proceso calculado, un impulso sincero y un rechazo implícito a los convencionalismos de la vida moderna. Hay, como dice Vila-Matas una negación de tu existencia al pie del castillo, una huida desde la gran farsa general, para saborear, aunque sea de manera efímera, la vida autentica desde la alta torre del tuyo propio.
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| W.w. el auténtico, mirándose por última vez al espejo |
Fantástico final para una fantástica serie. Habría sido fácil convertir a Hank en el héroe pero lo prohibido atrae mas que lo correcto y aquí el protagonista para lo bueno y para lo malo siempre ha sido Walt. Además necesitábamos que nos cerrasen ese proceso psicológico iniciado por un cáncer, seguido de una mosca caprichosa ("Fly" capitulo 10 de la tercera temporada, dirigido por Rian Johnson, director de Looper, de obligada revisión) y culminado por una dosis de verdad en forma de familia destrozada ("Ozymandias" capitulo 14 de la quinta temporada, también dirigido por Rian Johnson).
Con un estilo personal y agil, utilizando objetivos distorsionadores y microcamaras, al servicio de un entretenimiento feroz, Breaking Bad, ideada por Vince Gilligan, hace emerger lentamente un entramado psicológico de una profundidad equiparable a la saga de "El padrino" (a parte de la similitud de los retratos fotográficos de Michael Corleone con los planos dedicados en ocasiones a Walter, ¿quién no compara la tragedia familiar de uno y de otro?), que nos transporta por los caminos mas espinosos de la existencia humana y nos hace sorprendernos empatizando con un ser aparentemente sumido en una espiral de crueldad y maldad.
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| Jessie Pinkman madura finalmente |
Para terminar no me resisto a hablar de Jessie Pinkman, el mas ingenuo, el hombre con alma de niño. El único dentro del mundo del comercio de metanfetamina por el que es capaz de sacrificarlo todo Walter y al que al final devuelve la vida. Las estupideces de Jessie son consideradas por Walt como tonterías del alma cándida de un niño inmaduro. Eso unido al hecho de que Walter es consciente de todo el daño que le ha infligido por su compañía, hace que me incline a pensar que la decisión de salvarle no es fruto del momento si no meditada por los recuerdos de la felicidad experimentada entre ollas y productos químicos. De alguna manera es el hijo que desea todo padre cuando busca en él mas que eso, un amigo. Es y ha sido su autentica familia.




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